Aunque considero que Viernes 13 parte 3 fue solo una excusa para filmar en el entonces popular 
y barato formato de tercera dimensión que se dio en los 80’s, al mantener al mismo director la tercera parte de la serie funciona muy bien debido a sus casuales y algunos atolondrados protagonistas que ciertamente se ganan tu empatia, y al toparse nuevamente con el único Jason la situación se pone interesante y emocionante debido a un evento que marcara la serie para siempre. La trama es idéntica a la de todas las otras películas, un grupo de jóvenes deciden pasar un fin de semana en los alrededores de Crystal Lake sin saber que Jason Voorhes aun vive y matara a cualquiera que ronde siquiera el lago. Ahora en vez de jóvenes en un campamento de verano, tenemos a un grupo de aparentemente estudiantes de universidad y hippies en una granja que como todos los demás pasan su tiempo en aburridas convivencias, aun mas estupidas bromas y claro teniendo mucho.... ¡¡Sexo!! Lo que obviamente provoca la furia de Jason, bueno en realidad no, Jason no necesita excusa para aparecer y destilar a todo el elenco, pero ahí es donde mas se excelsa la película, tendremos empalamientos, machetazos, arponazos, gente partidas a la mitad, electrocuciones y hasta ojos exprimidos en 3D, el evento que decía es que en esta secuela Jason se pone por primera vez la famosa mascara de Jockey que lo encumbrará como una de las figuras del horror mas 
importantes, ya no será solo una sombra o una mano empuñando un cuchillo como en giallo italiano, ahora tendremos a su persona corriendo a toda velocidad detrás de la “final girl” entrando por ventanas y puertas con toda su fuerza, (bueno creo eso pasa hasta la 4a), y que como en la segunda parte, la chica en turno tendrá una pesadilla al final de su penuria que hará que ingrese al sanatorio mental mas cercano a su casita, ¡¡Fantástico!! otro detalle chistoso en esta secuela es el tema principal de Harry Manfredini convertido ahora en un tema con arreglos “Disco”, que termina por poner la cereza en el pastel de esta entretenida secuela.
y barato formato de tercera dimensión que se dio en los 80’s, al mantener al mismo director la tercera parte de la serie funciona muy bien debido a sus casuales y algunos atolondrados protagonistas que ciertamente se ganan tu empatia, y al toparse nuevamente con el único Jason la situación se pone interesante y emocionante debido a un evento que marcara la serie para siempre. La trama es idéntica a la de todas las otras películas, un grupo de jóvenes deciden pasar un fin de semana en los alrededores de Crystal Lake sin saber que Jason Voorhes aun vive y matara a cualquiera que ronde siquiera el lago. Ahora en vez de jóvenes en un campamento de verano, tenemos a un grupo de aparentemente estudiantes de universidad y hippies en una granja que como todos los demás pasan su tiempo en aburridas convivencias, aun mas estupidas bromas y claro teniendo mucho.... ¡¡Sexo!! Lo que obviamente provoca la furia de Jason, bueno en realidad no, Jason no necesita excusa para aparecer y destilar a todo el elenco, pero ahí es donde mas se excelsa la película, tendremos empalamientos, machetazos, arponazos, gente partidas a la mitad, electrocuciones y hasta ojos exprimidos en 3D, el evento que decía es que en esta secuela Jason se pone por primera vez la famosa mascara de Jockey que lo encumbrará como una de las figuras del horror mas 
importantes, ya no será solo una sombra o una mano empuñando un cuchillo como en giallo italiano, ahora tendremos a su persona corriendo a toda velocidad detrás de la “final girl” entrando por ventanas y puertas con toda su fuerza, (bueno creo eso pasa hasta la 4a), y que como en la segunda parte, la chica en turno tendrá una pesadilla al final de su penuria que hará que ingrese al sanatorio mental mas cercano a su casita, ¡¡Fantástico!! otro detalle chistoso en esta secuela es el tema principal de Harry Manfredini convertido ahora en un tema con arreglos “Disco”, que termina por poner la cereza en el pastel de esta entretenida secuela.
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